El mismo acceso a las zonas del centro que los autobuses de la EMT, al ser ambos un transporte público. Ese es el argumento principal de la asociación gremial del taxi, cuyo secretario, Antonio Haro, criticó ayer las dificultades que tienen todos los años en dejar y recoger clientes en el distrito de Ciutat Vella.

Haro auguró que dentro de unos días empezarán a llegar a la entidad «quejas de taxistas, seguro». Por esa razón quieren recordar al Consistorio ejemplos como la «imposibilidad de llegar a la plaza de la Reina cuando podemos girar por la calle del Mar sin más complicaciones. El otro día, un compañero tuvo que dejar a una señora mayor a mitad de la calle de la Paz porque no le dejaban pasar».

Las dificultades de acceso se multiplican cuando Haro habla del entorno de la estación del Norte. «Parece mentira que Renfe tenga esa parada», dijo sobre la escasez de espacio, para subrayar que ocurre lo mismo que en el resto del centro histórico, es decir, que no se puede «pasar si no quiere el policía, cuando nosotros somos un transporte público. Entonces ¿por qué pasan los autobuses?».

En Valencia y su área metropolitana hay unas 2.900 licencias de otros tantos taxis. La crisis económica ha golpeado con fuerza en el sector. «En 2009 trabajamos un 20% menos que el año anterior, ya veremos qué pasa estas Fallas».

Esto ha motivado que este año se descartase por completo liberalizar los turnos festivos los días de mayor afluencia de público a las Fallas. «Habrá servicio más que suficiente, eso seguro».

Las comisiones falleras tienen permiso desde ayer para colocar dos centenares de carpas, que afectan en total a 400 tramos de calles. Para unos días más adelante se han dejado algunas especialmente conflictivas, que se sitúan en itinerarios de más intensidad de tráfico, como la calle Xàtiva.

Pero las complicaciones de mayor calado comenzarán el martes a las 15.00 horas, cuando se cierre el centro al tráfico privado, incluidos los taxis, en un perímetro que se ampliará conforme avancen los días grandes de la fiestas, con la posibilidad de llegar hasta la ronda de Gapar Aguilar.

Esas son las jornadas a las que se refiere Haro, donde «no recibimos el mismo trato que los autobuses de la EMT. Se trata de un transporte público y no podemos querer estar por encima, pero sí trabajar en las mismas condiciones».

El secretario de la asociación gremial comentó que hay situaciones donde es evidente la imposibilidad de pasar por algunas calles. «En la Ofrenda no vamos a querer cruzar, eso está claro, pero sí en otras situaciones donde podríamos circular por algunas calles».

El corte de tráfico se mantendrá hasta la madrugada del día 20. En el bando fallero sí que aparecen los taxistas como autorizados a cruzar el perímetro peatonal del centro, aunque la realidad es, según cuenta el secretario de la entidad, muy diferente.

Esta prohibición no afecta a los residentes de la zona restringida, que sí tendrán acceso a su domicilio enseñando algún documento acreditativo a la policía, como el carné de identidad, el permiso de circulación, un recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles o un recibo del alquiler a su nombre que acredite dicha residencia.