Uber ha aceptado abonar 20 millones de dólares (unos 18,9 millones de euros) para zanjar los cargos de la Comisión Federal de Comercio de EE UU, que acusaban a la compañía propietaria de la plataforma de servicios de transporte privado de exagerar los potenciales ingresos y los beneficios de las condiciones de financiación a las que podían acceder sus conductores, a los que la empresa tendrá ahora que devolver el dinero.
De acuerdo con las alegaciones de la Comisión, la compañía anunciaba en su página web que los ingresos medianos anuales de los conductores del servicio UberX superaban los 90.000 dólares (84.905 euros) en Nueva York y los 74.000 dólares (69.811 euros) en San Francisco, cuando en realidad estos eran de 61.000 dólares (57.547 euros) y 53.000 dólares (50.000 euros) respectivamente.
«Menos del 10% de los conductores en esas ciudades lograron los ingresos anuales que Uber anunciaba», señalaron las autoridades estadounidenses, que acusaron a la compañía de publicitar elevados ingresos por hora en webs de ofertas de empleo, pero generalmente inalcanzables para el conductor típico de Uber.
Además de obligar a Uber al reembolso de 20 millones de dólares, el acuerdo alcanzado prohíbe a la empresa tergiversar los posibles ingresos y las condiciones de financiación de vehículos de las que pueden beneficiarse los conductores.
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