El edil trata de compensar la pérdida de aparcamiento en el vecindario tras la implantación de la zona azul.
Fuente: levante-emv.com
El concejal de Circulación y Transportes del Ayuntamiento de Valencia, Alberto Mendoza, ha ofrecido a los vecinos de Amistad -Mestalla zonas naranjas y la eliminación de una parada de taxis para compensar la zona azul que estos días se ha pintado en el barrio. Trató de parar así una ola de indignación vecinal que se multiplicó cuando el concejal les explicó que la medida se había puesto en marcha a petición de una asociación de comerciantes de Cardenal Benlloch que ellos aseguran no conocer.
La zona azul se ha pintado esta semana en las calles Doctor Vicente Pallarés, Ramón de Campoamor, Ciudad de Mula y Caravaca, principalmente en éstas últimas. Se hizo sin aviso previo y de ahí la indignación de los vecinos, que el pasado jueves se reunieron con el concejal para pedirle explicaciones.
La reunión se produjo por separado con la asociación de Amistad, que tiene pintadas 12 y 10 plazas de zona azul en las calles Vicente Pallarés y Campoamor respectivamente; y con la asociación de Polo y Peylorón, que tiene bajo su influencia las calles Ciudad de Mula y Caravaca, pintadas en una de sus dos márgenes.
A ambas, Mendoza les explicó que la medida se había adoptado a petición de la Asociación de Comerciantes de Cardenal Benlloch, que desde el pasado mes de mayo lo había pedido tres veces al ayuntamiento aludiendo a la situación de crisis y a la falta de aparcamiento para los clientes.
Ninguna de las asociaciones asegura conocer a esta agrupación comercial, por lo que el concejal tuvo que dar muchas explicaciones para contrarrestar la idea de que esta zona es residencial, con edificios de más de 50 años, en ninguno de los cuales hay garaje. A los de Amistad, según dijo su presidenta, Sol Romeu, les ofreció eliminar la parada de taxis de la calle Yecla para ganar seis o siete plazas de aparcamiento y también liberarán el espacio que ahora ocupa el ecoparque móvil junto al Centro Social Amistad. Por su parte, a la asociación de vecinos de Polo y Peylorón, la más afectada, les prometió que se implantará la zona naranja, un sistema de pago que facilita el aparcamiento de los residentes y penaliza fuertemente el de los visitantes. La presidenta de la entidad, Adelaida Milla, dice estar conforme con la medida y queda a la espera de ver la evolución de las cosas, pues el concejal también les explicó a ambas asociaciones que la zona azul estará en pruebas hasta el mes de febrero. Ayer, el concejal de EUPV Amadeu Sanchis pidió la retirada de la medida al entender que la zona azul lejos de disuadir el uso del coche penaliza a los vecinos con un nuevo tributo.
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