Imagínate que encuentras el coche de tus sueños de segunda mano, a un precio inmejorable y con todos los extras que hubieras podido soñar. Pero tiene un grave inconveniente, su anterior dueño era un fumador empedernido y el olor a cenizas rancias impregna todo el coche sin remedio… Tanto que sabes que el típico ambientador de pino quedará ahogado en cuestión de segundos.
Antes de renunciar a la compra o de invertir ingentes cantidades de dinero en tratamientos con oxígeno activo o el más exótico ozono, te invitamos a que pruebes el típico “remedio de la abuela”, una solución práctica, sencilla y también muy barata.
Cítricos
¿Recuerdas aquella vez en la que otra persona se comía una naranja o una mandarina a metros de distancia y te llegaba el fragante olor de la fruta? Pues esta es la clave del secreto, los cítricos. Para poner a prueba la teoría solo tendrás que ir a la frutería o mercado más cercano yhacerte con una buena cantidad de cítricos: limones, naranjas, mandarinas, clementinas, pomelo… Cualquiera vale.
Lo mejor, claro, es buscar primero una receta que te guste… Ensalada de naranja, limonada, zumo de mandarina o lo que se te ocurra. Porque para el ambientador solo necesitarás las cáscaras.
Ambientador al instante
El secreto de este potente ambientador consiste en coger las cáscaras de los cítricos y guardarlas en un envase o una bolsa de plástico. No debes cerrarlo ya que no permitirías que saliera el olor a cítricos y, además, podría acelerarse el proceso de descomposición y tener justo el efecto contrario al deseado.
Una vez recogidas las pieles de los cítricos y almacenadas, solo queda colocar el contenedor en un lugar donde no moleste y donde no vaya a estar rodando de acá para allá a la primera curva o glorieta en el camino. Enseguida notarás una mejora en el ambiente y, poco a poco, las frutas irán neutralizando el olor a tabaco y dejando una fresca fragancia en el coche.
Ya ves, práctico, barato y sencillo. ¿Te atreves a probarlo?
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