Los taxistas reclaman librar más al sobrar 1.000 licencias

«Estamos en bancarrota total y absoluta. La crisis nos está asfixiando». El sector del taxi vive días difíciles y para subsistir no hay más remedio que «reestructurarse. De las 3.000 licencias que existen sobran 1.000. Estamos con unos 600 taxis parados diariamente y, mientras la cosa no mejore, llegaremos a mil. Tenemos que gastar menos en combustible y la única opción es salir menos y hacer turnos».

Así lo transmitió ayer el presidente de la Unión de Asociación de Taxis de la Comunitat Valenciana y secretario de la Asociación Gremial de Valencia, Antonio Haro, en la reunión que mantuvieron representantes del sector con la Entidad de Transporte Metropolitano de Valencia.

En el apartado de tarifas se habló de un aumento del 2,5%, opción que fue rechazada por la Entidad para ajustarla, inicialmente, al 1,2% con respecto a lo que establecerá el IPC a final de año.

Eso sí, se mantendrá la tarifa de bajada de bandera, tanto en servicio diurno como nocturno (1,40 y 1,90 euros, respectivamente), así como el servicio mínimo de carrera que seguirá en 3,80 y 6 euros, en cada uno de los casos. «Con este será el tercer año que se mantiene esta cifra», según subrayó Haro.

Pero los taxistas no bajan la bandera en sus reivindicaciones. «El taxi es el sector olvidado de todos los gobiernos. El Gobierno central no aporta ni un sólo céntimo y no podemos seguir así. Los ingresos han caído hasta un 40% en el último año y siguen bajando, mientras los gastos se mantienen e incluso aumentan».

Para reducir costes el colectivo plantea realizar turnos que permitan «acudir menos al centro de trabajo para ahorrar, como mínimo, en combustible y rodaje del automóvil. El problema es que a las asociaciones del taxi no nos queda dinero ni para hacer fotocopias para poner carteles de protesta».

Esta «auto-regulación» pasaría por acotar salidas con alternativas que se encuentran en estudio. La primera de ellas sería dividir la flota «en tres grupos, por ejemplo, para que salieran una cantidad de licencias cada vez» o alternar los días dividiendo la flota en dos.

Otra opción pasa por incrementar los días de descanso en uno (que se sumaría a los dos habituales), una vez cada dos semanas.

Para ello se pasará una encuesta previa al cierre de la negociación definitiva entre los miembros del colectivo, antes de que finalice el año, para «designar la propuesta más acorde con la situación».

Mientras tanto, la desaceleración que sufre el sector no cesa pese «a los descuentos de entre un 10% y un 15% que ya se están realizando en el servicio interurbano. Pero cada vez se cogen menos taxis porque el paro sigue aumentando. Es algo lógico».

Hoy se celebrará una reunión en Torrevieja a nivel provincial «para analizar cómo frenar el intrusismo en el sector», otra de las lacras que arrastra este servicio de transporte.

Sin embargo los afectados no descartan realizar paros, a partir de la próxima semana, si se modifica el artículo 21 de la llamada Ley Omnibus, actualmente en trámite parlamentario, porque «no podemos permitir que se liberalicen los servicios».

Si se lleva adelante esta modificación «se frenarán los servicios en aeropuertos y estaciones de toda España como medida de protesta», según indican desde las organizaciones mayoritarias consultadas.

Desde la Entidad de Transporte Metropolitano de Valencia explicaron, tras la reunión con los representantes del colectivo, que se rechazó la propuesta inicial de subir las tarifas un 2,5% y ampliar el horario nocturno hasta las 21 horas, de modo, que se mantendrá en las 22 horas como hasta ahora.

Respecto a la reducción del número de licencias no se contempla «ninguna reducción permanente. Sí que se estudiará la distribución en función de las libranzas que se determinen pero ese apartado todavía está en fase de análisis», matizaron.

Hace 10 años «sobraban 400 licencias pero la situación ahora es mucho peor. El problema es que la Administración no tiene dinero para el rescate de las licencias que sobran», lamentó Haro.